«Demasiada gente sobrevalora lo que no es y subestima lo que es». -Malcolm S. Forbes
No se puede exagerar la importancia de aprender a tener más confianza en nuestras vidas.
Al fin y al cabo, es la falta de confianza lo que hace que nuestras vidas se vean zarandeadas por el vaivén de la cultura. Desde el principio, vemos los efectos nocivos de la falta de confianza en nuestro proceso de toma de decisiones, mientras que el miedo al rechazo se convierte en una presencia demasiado común en nuestras vidas. Esto hace que muchos adopten los valores del grupo y se involucren en comportamientos no deseados.
En pocas palabras, la necesidad de amor, pertenencia y aceptación se vuelve más fuerte que la brújula interna dentro de nosotros. Y comienzan a surgir muchas opciones de vida poco saludables.
En la adolescencia, esta necesidad de aceptación comienza a manifestarse en el abuso de sustancias, el consumo de alcohol por parte de menores, las prácticas sexuales peligrosas o el comportamiento travieso.
A medida que crecemos, algunos de estos hábitos permanecen… pero comienzan a surgir otros nuevos. El deseo de encontrar aceptación impresionando a los que me rodean con mis posesiones comienza a motivar aspectos de mi vida. Y ya sea un determinado tamaño de casa, un modelo de vehículo, una tendencia de moda o la última tecnología, muchas de nuestras compras se realizan con el simple deseo de estar a la altura de los vecinos y no ser considerados como «atrasados».
Nuestra necesidad de impresionar y ser aceptados se convierte en algo más importante que unos hábitos de gasto sensatos.
Pero la confianza en uno mismo reorienta nuestra vida. Comienza a realinear nuestros deseos con el corazón único que llevamos dentro. Nos permite rechazar las tendencias de una cultura construida sobre el consumo. Cuando está presente en nuestras vidas, empezamos a creer que existimos con un propósito mayor que el de ir de compras el Viernes Negro. La necesidad de impresionar a los demás con nuestras pertenencias se sustituye por un deseo interno de seguir a nuestro corazón y a nuestra alma… y abrazar los deseos de lo más profundo de nuestra alma es rechazar la noción de comprar para ser aceptados.
Para volver a centrar tu vida, aprender a tener más confianza en ti mismo y abrazar una visión saludable de la confianza en ti mismo, considera estos consejos prácticos:
Deja de compararte. Rechaza el deseo de compararte con los demás. Cuando nos comparamos con los demás, siempre contrastamos las peores cosas que conocemos de nosotros mismos con las mejores cosas que conocemos de los demás. El resultado inevitable siempre nos deja con sentimientos de insuficiencia y desesperación. Hazte más sabio. Dígase a sí mismo que es imposible hacer una comparación justa. Y rechaza la idea por completo.
Celebra tu singularidad. Tu vida nunca estuvo destinada a ser vivida como la de los demás. No te ves igual, no suenas igual, tus talentos no son los mismos… y tus valores profundos son únicos. Tirar eso por la borda sólo para ser aceptado por los demás es una de las cosas más crueles que puedes hacer. Y siempre te impedirá vivir plenamente nuestra vida. En su lugar, defiende las cosas que te hacen único y encuentra la confianza en ellas.
Considera los aspectos positivos. Cambia tu forma de pensar. Céntrate menos en lo negativo y más en lo positivo. Deje de insistir en los mensajes negativos del pasado y comience a centrarse en los rasgos positivos de su vida actual.
Vea los fracasos del pasado como oportunidades de aprendizaje. Todos lo hemos intentado y hemos fracasado en algún momento de nuestras vidas. Las personas seguras de sí mismas miran hacia atrás y ven los fracasos como experiencias de aprendizaje. De este modo, los fracasos pueden proporcionar una mayor confianza en sí mismo para seguir adelante. Aprende de tus errores y vuelve a intentarlo. Recuerda que no se acaba cuando pierdes, sino cuando abandonas.
Ayuda a alguien. Uno de los pasos más importantes para encontrar la confianza en ti mismo en tu vida es darte a los demás. Servir a otra persona casi siempre tiene como resultado la sana comprensión de que eres importante en este mundo, que tienes algo que ofrecer y que el mundo es más hermoso gracias a tu presencia. ¿Ves una necesidad a tu alrededor? Ya sea una necesidad de tiempo, económica o de escucha, atiéndela hoy. Y la vida que cambies puede ser la tuya.
Empieza a realizar una meta en tu vida. De forma intencionada y específica, empiece a trabajar para conseguir un objetivo vital. Sepa que dar el primer paso es un elemento de impulso y puede generar confianza en su vida. Hay una poderosa diferencia entre «quiero…» y «estoy empezando a…». Así que escribe la primera página, corre la primera milla o conoce a la primera persona. Sabes lo que quieres conseguir y sabes cuál es el primer paso. Deja de decirte a ti mismo que está fuera de tu alcance y da el primer paso.
Acepta tus debilidades. Aunque insistir en nuestras debilidades nos lleva a la falta de confianza en nosotros mismos, aceptarlas es un paso importante para desarrollarla. En primer lugar, nos aleja de los malsanos delirios de grandeza. Acepta que no somos perfectos y nos obliga a vivir nuestra vida con una sana necesidad de los demás. En segundo lugar, nos proporciona la base para aceptar los fracasos cuando surgen. No nos coge desprevenidos cuando fracasamos. En cambio, simplemente se nos recuerda de nuevo nuestra necesidad de que los demás complementen nuestras debilidades.
Ser conocido y amado. No hay mayor clave para la confianza en uno mismo que ser íntimamente conocido y genuinamente amado por otro. Permitir que otro ser humano entre en lo más profundo de nuestro corazón es uno de los actos más difíciles del mundo actual. Pero hacerlo (y ser amado a pesar de ello) insufla vida a nuestra alma y construye la confianza en nuestro ser más íntimo… y esta confianza sigue creciendo a medida que se profundiza el compromiso con el otro. (En una nota relacionada, tómate un momento esta semana para conocer y amar mejor a tu hijo… es uno de los mayores regalos que puedes darle).
Trabajar intencionadamente en cómo tener más confianza te proporcionará motivación para perseguir tus pasiones. Proporciona la base para rechazar las pretensiones de una cultura consumista. Y proporciona el incentivo para vivir la vida que siempre has querido vivir.