En esta serie de cuatro artículos, definimos el sistema de vivienda en sentido amplio, como el conjunto de inversiones públicas y privadas, regulaciones y marcos legales y políticos que dan forma a la seguridad, la estabilidad y la asequibilidad de la vivienda y la diversidad, el compromiso y la cohesión en los barrios, pueblos, ciudades y regiones. Vemos el cambio de sistemas como un cambio fundamental en la forma en que los actores federales, estatales y locales priorizan y persiguen el desarrollo de viviendas asequibles y barrios inclusivos.
La vivienda como red de seguridad explora la inestabilidad de la vivienda y la escasez de viviendas asequibles para las personas con ingresos extremadamente bajos, y las implicaciones para su seguridad económica a largo plazo. Ofrece tres conjuntos de puntos de entrada para la reforma: el fortalecimiento del marco legal y de protección al consumidor para todos los inquilinos; el aumento de la ayuda a la vivienda para los inquilinos de bajos ingresos; y la transformación de la forma en que se proporciona la ayuda a la vivienda.
La vivienda como plataforma describe las relaciones entre la calidad de la vivienda y el vecindario y una serie de resultados individuales y familiares, y las formas en que el sistema actualmente no garantiza el bienestar a largo plazo de los hogares con bajos ingresos.
La vivienda como bloque de construcción para la inclusión evalúa los importantes costes ocasionados por la suburbanización de la posguerra y un enfoque singular en la casa unifamiliar ocupada por el propietario. Establece estrategias para crear una mayor diversidad y acceso a las oportunidades en los barrios, las ciudades y las regiones, aprovechando la creciente demanda de ciudades compactas, transitables y sostenibles a través de una participación más amplia y una mayor creación de consenso.
La vivienda como clase de activo examina los incentivos incorporados a las normas, los reglamentos y los programas. Se esboza una serie de posibles reformas que motivarían la acción del mercado entre los promotores e inversores, estimulando la producción y preservación de viviendas asequibles para los hogares de ingresos bajos y medios.