La mayoría de la gente evita cortar las alas para que el pájaro pueda comportarse como lo haría en la naturaleza. Sin embargo, mantener las alas conlleva una gran responsabilidad por su parte. Con el pájaro en vuelo libre debe asegurarse de que el área en la que el pájaro va a volar es segura de los peligros que podrían conducir a la lesión o la muerte de su pájaro; es decir, el agua abierta, tales como lavabos, inodoros y bañeras, puertas que se abren y cierran, ventiladores de techo, ventanas, artículos de limpieza, plantas peligrosas de la casa y mucho más. La decisión de recortar las alas se toma a menudo para proteger al pájaro de los peligros del vuelo libre, como se ha explicado anteriormente, pero recortar las alas tiene tantas responsabilidades y peligros como el vuelo libre. Un pájaro que no puede volar puede ser pisado, perseguido por otras mascotas en la casa, caer en contenedores abiertos como cestas de ropa y cubos de basura y, lo que es más importante, como no pueden volar alto para sentirse seguros, se esconderán debajo y entre los objetos de la casa, lo que a veces hace que se queden atrapados. En cualquier caso, una buena regla general es que cuando su pájaro esté fuera de la jaula, siempre debe haber alguien que lo vigile. Al igual que un bebé humano, en el momento en que se le da la espalda es cuando ocurre el desastre.