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Por Mackenzie Dawson
Actualizado: 26 de septiembre de 2020 | 9:08am
Desde que los libros se imprimen y distribuyen, ha habido grupos de personas deseosas de prenderles fuego, prohibirlos y, en general, asegurarse de que ciertos títulos (¡y las emocionantes ideas que contienen!) nunca vean la luz del día. La quema de libros era un acontecimiento habitual en las ciudades universitarias de la Alemania nazi de los años 30, donde los sindicatos estudiantiles prendían fuego a los títulos que consideraban «no alemanes» o subversivos. A lo largo de las décadas, también ha habido muchos intentos de censura y prohibición en Estados Unidos.
La Semana de los Libros Prohibidos comienza el 27 de septiembre y celebra la libertad de lectura, con un énfasis especial en los intentos actuales y pasados de censurar ciertos tomos en escuelas y bibliotecas.
«Es curioso que lo subversivo de hoy sea el clásico de mañana, ¿no?», dice Lynn Lobash, Directora Asociada de Servicios al Lector de la Biblioteca Pública de Nueva York.
«Cuando se censuran libros, suele ser porque contienen temas o personajes que desafían las normas actuales y hacen que la gente se sienta incómoda. Básicamente, es por miedo… Precisamente por eso, la prohibición de libros contrasta directamente con la misión de una biblioteca pública: creemos que el conocimiento es poder, y que un beneficio importante de la lectura es obtener nuevas perspectivas y una mejor comprensión de nuestro mundo. Además, las personas representadas en las páginas de esos libros censurados pueden leerlos y tener la seguridad de que no están solas. Eso es muy importante. En muchos casos, a lo largo de la historia, esos libros fueron su única salida»
Aunque no es una lista exhaustiva ni mucho menos, aquí hay una lista publicada en el sitio web de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos (ALA) de «Clásicos prohibidos y desafiados» que han ofendido y enfadado a la gente a lo largo de los años.
«El guardián entre el centeno», de JD Salinger
Esta novela -en la que el deprimido estudiante de preparatoria Holden Caulfield detalla todas las cosas que odia y que le han defraudado- ha sido siempre controvertida desde que se publicó por primera vez en 1951. En 1988, el instituto Linton-Stockton de Indiana afirmó que era «blasfemo y socava la moralidad», y fue impugnado en el instituto Jamaica de Sidell, Ill, en 1992 por contener blasfemias, representar el sexo prematrimonial, el abuso del alcohol y la prostitución.
«De ratones y hombres», de John Steinbeck
La novela de Steinbeck sobre dos trabajadores migrantes de un rancho salió a la luz en 1937 y desde entonces ha sido impugnada por los consejos escolares por su lenguaje ofensivo, sus insultos raciales y, según una coalición de clérigos de Mobile, Alabama, por sus «temas mórbidos y deprimentes». De forma un tanto hilarante, el libro también ha sido criticado por la conocida «actitud antiempresarial» de Steinbeck, por lo que fue rechazado como lectura del programa de verano para jóvenes en Chattanooga, Tennessee, en 1989, en 1989.
«Matar a un ruiseñor», de Harper Lee
Esta novela de 1960, venerada durante mucho tiempo como un clásico por su descripción del racismo y la justicia en un pequeño pueblo del Sur, ha sido cuestionada y prohibida durante décadas con acusaciones de epítetos raciales, racismo disfrazado de literatura y por palabras como «maldita» y «señora puta». (Eden Valley, Minn., 1977).
«El color púrpura», de Alice Walker
La novela sobre una joven negra llamada Celie, ganadora del Premio Pulitzer en 1982, trata temas de gran calado como la violación y el incesto, y ha sido constantemente cuestionada por su contenido sexual gráfico y su violencia. En algunas ciudades, como la biblioteca del instituto Ferguson de Newport News (Virginia), el libro sólo puede sacarse con la aprobación de los padres.
«Lolita» de Vladimir Nabokov
La novela de 1955 del novelista ruso-estadounidense nunca ha dejado de escandalizar, ya que gira en torno a una relación sexual entre un hombre de mediana edad y una niña de 12 años. A lo largo de los años, la novela ha sido prohibida por obscenidad en Francia, Argentina, Inglaterra y Nueva Zelanda.
«Ulises» de James Joyce
Personas de todo el mundo se han opuesto a esta novela modernista de 1922, no por su longitud (¡730 páginas!) ni por el hecho de que sea una lectura notoriamente difícil (largas frases atropelladas sin puntuación), sino por las acusaciones de obscenidad. Ha sido quemado en Estados Unidos, Inglaterra, Canadá e Irlanda.
«Beloved» de Toni Morrison
La novela sobre la esclavitud, ganadora del Premio Pulitzer y publicada en 1987, no es una lectura fácil; eso es lo que la hace tan increíble. Ha sido constantemente cuestionada en escuelas de todo el país por temas «inapropiados» como la esclavitud y el racismo.
«Rebelión en la granja» de George Orwell
El clásico de 1945 de George Orwell, una alegoría sobre el corral que critica el comunismo, ha sido prohibido en muchas escuelas de todo el mundo por sus ideas problemáticas. En 1963, la Sociedad John Birch se opuso a las palabras «las masas se rebelarán», mientras que otros afirmaron que Orwell era comunista. En 2002, las escuelas de los Emiratos Árabes Unidos prohibieron el libro por contener imágenes de bebidas alcohólicas y cerdos.
«Matadero Cinco», de Kurt Vonnegut
El libro clásico de 1969, que se centra en el bombardeo de Dresde, ha sido cuestionado en muchas comunidades, pero fue quemado en Drake, ND. Las quejas incluyen lenguaje soez, contenido sexual y violencia.
«Los versos satánicos» de Salman Rushdie
Esta novela comienza con una explosión -literalmente, una bomba terrorista que estalla en un avión con destino a Londres- y también tuvo una gran repercusión cuando se publicó en 1988; el ayatolá Jomeini de Irán emitió una fatwa en la que pedía a los musulmanes que ejecutaran al autor y a cualquier otra persona involucrada en la publicación del libro.