foto:Stocky United

Has leído todos los libros -o, al menos, los has comprado y has abierto unos cuantos-, te has adentrado en la madriguera de los vídeos sobre el parto (¡uno más!) y has asistido a una o dos clases prenatales. Así que estabas preparada para lo bueno, lo malo y quizá incluso lo feo… pero ¿te ha pillado un poco desprevenida la rareza de tu flamante bebé?

La comadrona de Vancouver Alix Bacon lo ha oído todo, y se esfuerza por preparar a los padres primerizos para las inevitables cosas extrañas que surgirán en las primeras horas, días y semanas después del nacimiento. Entre el torrente de puro amor y alegría y el cansancio y el delirio llegan las preguntas de padres primerizos aterrados y desconcertados sobre sus nuevos bebés.

Las cacas directas

Esta es una de las grandes: «¡Movimientos intestinales! Recibimos muchas preguntas sobre sus cacas», dice Bacon. Independientemente de lo que los padres esperasen, no se trata de la baba negra, o meconio, de los primeros pañales sucios del bebé. Después, la cosa no mejora mucho, ya que las primeras cacas de los bebés amamantados son amarillas, verdes o marrones y «muy húmedas», como la mostaza, según Bacon. Es más líquida que sólida y a veces incluso tiene motas o «semillas». No es diarrea (que es prácticamente todo líquido). Es sólo el tracto digestivo hipereficiente del bebé. Bacon dice que lo más preocupante es la ausencia de color: Las heces calcáreas o blancas pueden ser señal de un problema hepático y deben ser investigadas por un médico si constituyen dos o más deposiciones seguidas.

Las tetas del bebé y la mini menstruación

El bebé toma las hormonas maternas en el vientre materno, lo que hace que tenga alguna peculiaridad corporal en los primeros días. Tanto los niños como las niñas pueden tener los pechos agrandados o bultos bajo los pezones. Se trata de un efecto secundario benigno de la misma hormona que hace que la madre produzca leche. El tejido mamario se reducirá en las siguientes semanas.

Las hormonas maternas también pueden hacer que los niños parezcan especialmente bien dotados al nacer, pero la hinchazón desaparecerá en 24 o 48 horas, dice Bacon. En las niñas, la oleada de estrógenos maternos en el útero puede estimular el útero del bebé, y éste puede tener una mini menstruación en la primera semana de vida, que se manifiesta con un poco de sangre en el pañal. Los niños y niñas también pueden tener un pañal rojizo y oxidado en los tres primeros días, debido a los cristales de ácido úrico. «Parece polvo de ladrillo en el pañal», dice Bacon. No es sangre, aunque ese suele ser el primer temor de los padres. Los cristales de ácido úrico son una combinación de calcio y urato concentrados, dos sustancias habituales en la orina, y pueden ser un signo normal de deshidratación leve, sobre todo en los tres primeros días, si la madre y el bebé aún se están imaginando la lactancia. (Si ocurre más allá de los tres días, hágase un chequeo.)

Hay una última pregunta por debajo del cinturón que Bacon recibe mucho: Los padres de bebés varones se sorprenden de que su recién nacido tenga erecciones, pero éstas comienzan en el vientre materno a partir de las 20 semanas, y no son infrecuentes.

Ruidos del recién nacido

¿Has oído la expresión «dormir como un bebé»? Si los recién nacidos son una indicación, eso significa que son ruidosos y con patrones de respiración extraños que a menudo asustan a los nuevos padres, dice Bacon. «Los recién nacidos emiten todo tipo de chillidos extraños mientras duermen. Mientras no gruñan con cada respiración, no pasa nada», asegura. Despierto o dormido, un bebé puede mostrar una respiración irregular durante meses hasta que su sistema nervioso se desarrolle por completo, lo que puede significar una respiración rápida y superficial, seguida de respiraciones profundas e incluso una pausa de hasta 10 segundos, todos ellos trucos diseñados para alarmar a los nuevos padres. ¿Cuándo hay que preocuparse de verdad? Si las fosas nasales del bebé se ensanchan o gruñen con cada respiración o sus costillas se pronuncian con la inhalación, es posible que el bebé esté esforzándose demasiado por conseguir oxígeno, dice Bacon.

Reflejos súbitos

Los bebés nacen indefensos pero tienen unos reflejos de recién nacido impresionantes. El más notable, dice Bacon, es probablemente el reflejo de sobresalto, o reflejo de Moro, una respuesta a la pérdida de apoyo que hace que el bebé saque los brazos y los recoja. «Puede ser una respuesta a un sonido o a un contacto repentino, pero los bebés también pueden asustarse a sí mismos», dice. Tienen un fuerte reflejo de agarre, por lo que apretarán tu dedo de forma tan adorable, mientras que el reflejo plantar hará que abran los dedos del pie cuando se les acaricie la planta del pie. Los reflejos de los recién nacidos se desvanecen gradualmente y suelen desaparecer al final del tercer mes.

Desastres dermatológicos

Los dedos de las manos y de los pies que se pelan, la costra láctea, las erupciones cutáneas y el acné son afecciones comunes de los recién nacidos que suelen aparecer, como le gusta bromear a Bacon, justo cuando has reservado la sesión de fotos del recién nacido. Todas ellas suelen resolverse por sí solas, aunque puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves para intentar acelerar la descamación de la piel del cuero cabelludo del bebé. La hidratación es otra opción, dice Bacon, que recomienda utilizar un aceite natural comestible, como el de oliva o el de coco, para calmar la piel seca. «Probablemente los hidratamos por nuestra propia tranquilidad más que por otra cosa. ¿Y por qué no? No tiene nada de malo y resulta un masaje para el bebé, agradable tanto para la madre como para el bebé».

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