Los calambres musculares (incluyendo los del pie) son extremadamente comunes; de hecho, según MedicineNet.com, ¡se estima que el 95 por ciento de las personas experimentan un calambre muscular en algún momento de su vida! Hay muchas causas y tratamientos para los calambres musculares, así que si estás interesado en saber más, ¡sigue leyendo!
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos define un calambre muscular como un músculo involuntario y contraído a la fuerza que no se relaja. Los calambres pueden afectar a cualquier músculo bajo control voluntario (músculo esquelético). Los calambres pueden afectar a una parte o a la totalidad de un músculo, o a varios músculos de un grupo. Los calambres en las extremidades, especialmente en las piernas y los pies, y sobre todo en la pantorrilla, son muy frecuentes. Otras zonas comunes de calambres musculares son: la parte posterior y frontal del muslo, las manos, los brazos, el abdomen y los músculos de la caja torácica.
Entonces, ¿quién sufre calambres? Como he dicho antes, las estadísticas muestran que casi todo el mundo tendrá algún tipo de calambre muscular durante su vida. También pueden aparecer en cualquier momento, con el ejercicio o la actividad, o incluso cuando se está en reposo o durante el sueño. A veces basta el más mínimo movimiento que acorte un músculo para desencadenar un calambre (en tu caso, apuntar con los dedos del pie en Pilates acorta los músculos del arco del pie, lo que parece desencadenar los calambres). Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, algunas personas están predispuestas a sufrir calambres musculares y los padecen regularmente con cualquier esfuerzo físico. Los calambres musculares son muy comunes entre los atletas de resistencia que realizan una actividad física extenuante. Las personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años, las que están enfermas, las que tienen sobrepeso, las que hacen un esfuerzo excesivo durante el trabajo o el ejercicio, o las que toman ciertos medicamentos.
Las causas más comunes de los calambres musculares son: el uso excesivo de un músculo, la deshidratación, el agotamiento de la sal y los minerales (electrolitos como el magnesio, el potasio y el calcio), la tensión/lesión muscular o simplemente el mantenimiento de una posición durante un periodo de tiempo prolongado. Otro tipo de calambre muscular común es el calambre nocturno o de reposo, que se produce en los músculos de la pantorrilla o de los dedos del pie cuando se está descansando o durmiendo. Sin embargo, la causa exacta de los calambres musculares sigue siendo desconocida, aunque algunos investigadores creen que el estiramiento inadecuado y la fatiga muscular provocan anomalías en los mecanismos que controlan la contracción muscular.
En cuanto al tratamiento de los calambres musculares y de los pies, generalmente se pueden tratar los calambres musculares con medidas de autocuidado, y la mayoría de los calambres pueden detenerse si se puede estirar el músculo. Para muchos calambres en los pies y las piernas, este estiramiento puede hacerse simplemente poniéndose de pie y caminando. Por lo general, hay que intentar estirar suavemente el músculo lejos de la posición de los calambres y mantenerlo así hasta que desaparezcan. Masajear suavemente el músculo suele ayudar a que se relaje, al igual que aplicar el calor de una almohadilla térmica o un baño caliente/caliente. Si el calambre muscular está asociado a la pérdida de líquidos, como suele ocurrir con la actividad física, es esencial la reposición de líquidos y electrolitos. Hay algunas medidas que puedes tomar para prevenir los calambres musculares. Evite la deshidratación bebiendo mucho líquido todos los días y, durante la actividad física, reponga los líquidos a intervalos regulares y continúe la hidratación después de haber terminado. Además, estira los músculos antes y después de utilizar cualquier músculo durante un periodo prolongado. Si tiene calambres nocturnos, estire los músculos afectados antes de acostarse.
Aunque la mayoría de los calambres musculares son benignos, a veces pueden ser una indicación de una condición médica más seria. Debe consultar a su médico o profesional de la salud si los calambres son graves, se producen con frecuencia, son persistentes, no responden a tratamientos sencillos o no están relacionados con causas obvias como el ejercicio o una lesión. Podría tener problemas de circulación, nervios, metabolismo, hormonas o nutrición. Sin embargo, es poco común que los calambres musculares se produzcan como resultado de una condición médica sin otros signos evidentes de que la condición médica está presente.
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