¿La mejor manera de no tener nunca miedo a los fantasmas? Convertirlos en lindas galletas de azúcar. ¡Estos fantasmas espeluznantes serán un éxito en cada fiesta de Halloween y son mucho más fáciles de hacer de lo que parece! Aquí están nuestros mejores consejos y trucos que tenemos para decorar galletas de azúcar.
Usa la masa de galletas de azúcar fría.
Una hermosa galleta de azúcar tiene que empezar con una buena masa. Nuestra masa de galletas de azúcar (obviamente) tiene un sabor delicioso, pero también mantiene su forma perfectamente mientras se hornea. La masa de galletas de azúcar debe ser más rígida que otras masas de galletas. También es muy importante enfriarla. Si horneas la masa antes de enfriarla, la galleta perderá sus bordes y acabarás con unos fantasmas de aspecto torcido. ¡También congelamos las galletas recortadas durante 10 minutos para mayor seguridad de la forma!
Traza los bordes y luego inunda.
Decorar las galletas de azúcar puede ser un poco complicado. Aquí es importante un buen glaseado real y la consistencia es clave. Es útil trazar los bordes de las galletas con glaseado y luego rellenar el resto «inundando» la galleta con glaseado. Se puede utilizar el mismo glaseado real para trazar el borde y para inundar la galleta. Para trazar los bordes, es necesario que el glaseado sea lo suficientemente grueso como para que mantenga su forma perfectamente cuando se aplique, pero no tan grueso como para que no pueda salir fácilmente de la punta de la manga.
Después de haber trabajado todos los bordes, diluimos el resto del glaseado añadiendo una cucharadita de leche cada vez hasta que tenga la consistencia adecuada. No queremos que sea tan fina como para que se corra sobre los bordes de la galleta, sino que pierda ligeramente su forma cuando empecemos a aplicarla sobre la galleta. Esto permite que se extienda sobre la galleta para que no haya líneas definidas en el centro de la galleta, sino una superficie fina y suave. Deja que se endurezca antes de poner las caras.
La práctica hace la perfección.
Este es el paso más importante. Tómese su tiempo. Espere tener un par de fantasmas de aspecto tonto cuando perfeccione la consistencia del glaseado y encuentre su ritmo. No se preocupe y sepa que todos sabrán igual de deliciosos.