Imagen de ecografía que muestra el embrión adyacente al saco vitelino, todo ello dentro del líquido (área negra) de la bolsa de embarazo.
La semana 6 es cuando muchas futuras madres dicen que empiezan a «sentirse» embarazadas. Esto puede deberse a los cambios corporales que podría estar experimentando. La semana 6 también significa que está a mitad del primer trimestre, y los riesgos se reducen cada semana.
Su bebé
Durante la sexta semana de su embarazo, el saco amniótico (la bolsa llena de líquido que rodea, amortigua y protege al embrión) continúa desarrollándose junto con la médula espinal, mientras que una forma muy temprana del sistema nervioso central es evidente. El blastocisto (embrión) mide ahora entre 2,1 y 4,2 mm. Los vasos sanguíneos que posteriormente formarán el cordón umbilical siguen formándose y desarrollándose durante esta semana. También se están formando los inicios del sistema digestivo, con el desarrollo de las primeras células del estómago y los intestinos.
Los rasgos faciales continúan desarrollándose durante esta semana, con la formación de pequeñas fosas en el lugar donde estarán las orejas. Empiezan a aparecer las aberturas de las fosas nasales y las manchas oscuras donde estarán los ojos del bebé. Los brotes de los brazos y las piernas que empezaron a formarse en la semana 5 siguen creciendo, mientras que el tejido muscular y óseo se desarrolla dentro de ellos.
El cerebro de tu bebé se está desarrollando a un ritmo extraordinario a medida que toma forma la glándula pituitaria, la glándula responsable de producir y controlar las hormonas. Esta glándula es la que ayuda a tus pechos a prepararse para la lactancia, a la vez que apoya toda una serie de otros asuntos relacionados con las hormonas a lo largo del embarazo.
El corazón de tu bebé tiene ahora dos ventrículos y late el doble de rápido que el tuyo.
Tu cuerpo y los síntomas
Es posible que, en la sexta semana, te estés haciendo a la idea del embarazo. Parece que queda mucho tiempo desde ahora hasta la fecha del parto. Puede que se sienta un poco irritada o de mal humor, lo que suele deberse a las numerosas fluctuaciones y cambios hormonales que se están produciendo en este momento.
Desgraciadamente, ésta puede ser la semana en la que empiece a tener náuseas matutinas. Las náuseas matutinas pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. No tienen por qué implicar vómitos, pueden ser simplemente una sensación constante de náuseas, que ya es bastante mala.
Hay muchos remedios caseros para ayudar a aliviar los síntomas, desde el jengibre hasta el bicarbonato de sodio. La mejor manera de reducir los efectos es comer poco y a menudo aunque no te apetezca debido a las náuseas.
A estas alturas puedes notar que tus niveles de energía han bajado un poco. Esto se debe a que su cuerpo está poniendo mucha energía en la creación y mantenimiento de la placenta. Los cambios hormonales también pueden contribuir a la sensación de fatiga. Es importante que descanse si puede.
Es posible que note la necesidad de orinar con más frecuencia, esto se debe no sólo al aumento de sus niveles de HCG, sino también a la presión adicional sobre su vejiga a medida que su útero comienza a crecer. Es importante que te mantengas hidratada y que no compenses las idas al baño adicionales disminuyendo tu consumo de agua. Sin embargo, la reducción de los diuréticos, como el café y algunas infusiones, puede ayudar con la frecuencia.
También puede empezar a experimentar acidez, indigestión, hinchazón o cambios en sus movimientos y hábitos intestinales. Esto es consecuencia de la relajación del músculo de la parte superior del estómago, que permite que los jugos digestivos vuelvan a burbujear hacia el tracto digestivo. Comer despacio y con frecuencia y evitar la ropa que aprieta puede ayudar en este caso, pero debes consultar a tu médico o matrona si tienes problemas de indigestión. Comer mucha fibra y beber mucha agua puede ayudarte con estos dos síntomas.
Alimentos que debes evitar
Es importante estar al día sobre los alimentos que deben evitarse durante el embarazo, ya que algunos pueden ser perjudiciales para ti y para el feto. Actualmente, los profesionales de la medicina sugieren que se evite:
- El queso blando, ya que es un producto lácteo no pasteurizado y podría ser portador de bacterias nocivas
- Los huevos crudos debido al riesgo de salmonela
- El hígado debido a la alta concentración de vitamina A
- La carne poco hecha (¡incluso el filete poco hecho que solía disfrutar!) debido a los riesgos de intoxicación alimentaria
- Mariscos debido al mayor riesgo de intoxicación alimentaria también
Tu comadrona o médico podrá proporcionarte una amplia lista para eliminar cualquier incertidumbre sobre lo que puedes y no puedes comer.
También debes evitar la arena para gatos, ya que existe una enfermedad llamada Toxoplasmosis que podrías contraer y que es extremadamente peligrosa para tu hijo no nacido. Si vives en el campo también debes evitar a las ovejas que estén embarazadas o pariendo, ya que segregan una hormona que también puede ser peligrosa en las primeras fases del embarazo.
Síntomas a tener en cuenta
Muchas mujeres empiezan a sentir dolores agudos en la parte baja del vientre y la pelvis. Generalmente no tienen importancia y se dice que se deben al estiramiento de los tejidos.
El sangrado vaginal de color rojo intenso es común pero no normal en este momento. La mayoría de las veces se debe a una leve amenaza de aborto que se resolverá, pero también puede deberse a un embarazo ectópico, que es mucho más grave. En el caso de un embarazo ectópico, puede haber un dolor pélvico más intenso que puede provocar náuseas y vómitos. La parte inferior del vientre y la pelvis pueden ser muy sensibles y dolorosas. El riesgo de un embarazo ectópico es bajo en las mujeres que no lo han tenido antes, pero es mucho mayor si lo han tenido antes o si han tenido previamente una infección pélvica. En estos casos es imprescindible una evaluación médica.
Su atención en el NHS
En el NHS se le puede ofrecer una ecografía, a través de una de las diversas unidades de evaluación temprana del embarazo. Sin embargo, esto no es una práctica común. La ecografía en esta etapa se realizaría a través de la vagina. Si hay alguna sospecha de embarazo ectópico, se realizará una ecografía.
Se ofrece atención privada
Una clínica privada puede ofrecer una ecografía y un análisis de sangre en esta fase, aunque es posible que desee esperar una semana más hasta que el ecografista pueda detectar fácilmente los latidos del corazón. Si hay alguna sospecha de embarazo ectópico, se realizará una ecografía.