Al igual que con muchos alimentos ricos en almidón, el problema del plátano no está en la fruta misma, sino en la forma cómo se prepara.
Tostones o patacones, rodajas de plátano verde que se fríen dos veces, y maduros o tajadas, plátanos maduros fritos, son populares en América Latina y el Caribe. Y a los puertorriqueños les encanta el mofongo, plátano verde machacado y luego frito mezclado con ajo y chicharrones. Son preparaciones muy grasosas, porque «los plátanos absorben gran parte del aceite con el que se están friendo», dice Ferrari.
Los plátanos maduros a menudo se sirven como postre, con azúcar añadida en forma de almíbar, canela y clavos.
«Son una sabrosa experiencia cultural, pero las preparaciones fritas y azúcares añadidas no deben consumirse con frecuencia», dice Michelle Schelske-Santos, Ph.D., profesora del Programa de Nutrición y Dietética de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras. «Contienen calorías que puede provocar aumento de peso u obesidad, así como efectos metabólicos que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer».
Y luego tenemos los chips de plátano macho. «Los anuncios en los paquetes de chips que dicen que se trata de productos sin gluten, orgánicos y sin GMO (por sus siglas en inglés) pueden darte la impresión de que son una buena opción para una merienda, pero como las papas fritas, generalmente son fritas y saladas», dice Ferrari. Obtienes aproximadamente 140 calorías, 8 g de grasa y más de 100 mg de sodio en una onza de chips (aproximadamente 20).
Afortunadamente, hay recetas más sanas que son igualmente deliciosas y muy sencillas de preparar.
La mejor preparación del plátano macho verde es hervido, como las papas. Corta las puntas del plátano, luego corta la fruta en tres o cuatro trozos y retira la cáscara. Hierve durante 20 a 30 minutos hasta que estén blandos, sin más agua que la necesaria para cubrir los trozos. Agrega una pizca de sal cuando el plátano esté comenzando a ablandarse.
Puedes cubrir los trozos de plátano macho con una mezcla de aceitunas picadas, granos de pimienta, cebollas y pimientos salteados en un poco de aceite de oliva. O machaca los plátanos en puré, agregando un poco de aceite de oliva, cebolla en polvo y una pequeña cantidad del agua usada para hervirlos. También puedes cocinar rodajas de plátano verde, junto con cebollas y pimientos en caldo de pollo bajo en sodio, y servirlo como una sopa.
Otra forma de servirlos es hacer un corte en los trozos cocidos y agregar un poco de mozzarella baja en grasa o queso fresco en el hueco.
Una forma sencilla de cocinar plátanos machos amarillos es cortar los extremos y envolver la fruta, aún con la cáscara, en papel de aluminio. Hornea a 350 ° F durante 20 minutos. O envuélvelos en una toalla de papel o papel encerado y colócalos en el microondas a temperatura alta durante dos o tres minutos. Esta preparación no requiere sazón, ya que resalta los azúcares naturales del plátano macho.