Olvídate de las dietas de moda que prometen derretir la grasa en días, de contar cada una de las calorías o de pasarte horas en el gimnasio. Cuando se trata de perder peso, son los pequeños detalles los que realmente marcan la diferencia. Aunque algunas dietas pueden eliminar los kilos rápidamente, muchas son imposibles de cumplir y el peso no tarda en volver.
¿Por qué es tan difícil perder peso? Aquí hay 4 razones.
La buena noticia es que puedes perder peso sin siquiera intentarlo, simplemente haciendo pequeños cambios en el día a día. Los estudios demuestran que se necesitan más de dos meses para que un nuevo hábito se vuelva automático. Practicando estos cambios en tu estilo de vida durante un tiempo, verás cómo adelgazas poco a poco y podrás seguir haciéndolo en un futuro próximo.
Aquí tienes nuestros siete mejores trucos diarios para levantarte más delgado, y todo ello sin necesidad de hacer dieta.
Planifica, planifica, planifica
Se te hace tarde para ir al trabajo: es posible que te saltes el desayuno, te olvides de la comida y pierdas toda buena intención de comer bien con las prisas diarias. Pero planificar tus comidas es en realidad una de las mejores cosas que puedes hacer para perder peso. Si no lo planifica, no lo hará. Planifica tu día con antelación, incluyendo lo que vas a comer y cuándo vas a ir al gimnasio. Las personas que pierden peso con el tiempo se ciñen a su plan de alimentación y a su régimen de ejercicio constante: todo lo que necesitas es un poco de previsión.
Nunca compres con hambre
Si vas a comprar alimentos con el estómago vacío, no te sorprendas si vuelves a casa con más alimentos indulgentes y cosas que no necesitas. Haz una lista de la compra con antelación con todo lo que vas a necesitar para la semana, y cúmplela. Comer sano y perder peso empieza por tener la nevera y la despensa bien surtidas.
Come con atención
Tu cerebro tarda unos 20 minutos en registrar que está lleno. Si comes sentado, sin distracciones y disfrutando conscientemente de tus comidas, agudizarás esas señales internas que indican el hambre y la sensación de saciedad. Intente dejar el tenedor entre bocado y bocado para masticar bien los alimentos y beba mucha agua con las comidas.
Desayune
Hay muchas pruebas que demuestran que desayunar puede ayudarnos a perder peso. Cuando nos saltamos el desayuno, ya sea por falta de tiempo o simplemente por no tener hambre a primera hora de la mañana. Solemos estar hambrientos a media mañana y a la hora de comer. Picarás sin pensar y acabarás dándote un atracón a la hora de la merienda. En pocas palabras, si te saltas el desayuno, te estás abocando al fracaso durante el día.
Haz cambios saludables
Elegir alimentos con menos calorías, grasa, azúcar y sal es la forma más fácil y sencilla de perder peso sin hacer dieta. Por ejemplo, cambie los panes blancos por los integrales, los refrescos por el agua con gas y los frutos secos salados por los sin sal.
Reduzca el tamaño de su plato de comida
Si vemos que nuestro plato está lleno, hace que nuestra comida parezca más grande. Por lo tanto, si reducimos el tamaño de nuestra vajilla, podemos engañar a nuestros ojos y a nuestro cerebro para que piensen que estamos comiendo más. ¿El resultado? Nos sentimos satisfechos con menos comida.
Camina cinco minutos más
Bájate del autobús una parada antes o sube las escaleras en lugar del ascensor. Hay un montón de pequeñas cosas que puedes hacer cada día para quemar calorías y ayudarte a perder peso más rápidamente. Aumentando las actividades diarias poco a poco, no te sentirás abrumado al subir tu objetivo a al menos 30 minutos de ejercicio diario (que quema unas 120 calorías extra cada día, por cierto).
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