El Gobierno australiano tiene una serie de funciones importantes en relación con la acuicultura, incluidos los programas nacionales de investigación, la gestión de la bioseguridad, la salud de los animales acuáticos, la seguridad alimentaria, la gestión medioambiental y el acceso al mercado y el comercio. Sin embargo, la responsabilidad principal de la regulación de la acuicultura recae en los estados y el Territorio del Norte.
En 2017, el Gobierno australiano publicó una estrategia nacional de acuicultura. La estrategia se elaboró en consulta con las principales partes interesadas, incluida la industria y los departamentos gubernamentales australianos, estatales y del Territorio del Norte pertinentes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación define la acuicultura como la cría de organismos acuáticos, incluidos peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas, con algún tipo de intervención en el proceso de cría para mejorar la producción, como la repoblación regular, la alimentación y la protección contra los depredadores.
Hay varias etapas de las operaciones de acuicultura, entre ellas:
- una operación de incubación que produce huevos fecundados, larvas o alevines
- una operación de criadero que cría pequeñas larvas hasta convertirlas en alevines o juveniles
- una operación de crecimiento que cría alevines o juveniles hasta alcanzar tamaños comercializables.
Dependiendo de la especie cultivada, la acuicultura puede llevarse a cabo en agua dulce, salobre o marina. Hay diferentes sistemas que pueden utilizarse para la acuicultura, incluyendo estanques, tanques, corrales y jaulas flotantes.
La acuicultura puede ser extensiva, semi-intensiva o intensiva, dependiendo del nivel de entrada y salida por área de cultivo y la densidad de población. La acuicultura intensiva implica la intervención en el proceso de crecimiento, por ejemplo con alimentación suplementaria y aireación del agua (como la cría de langostinos), mientras que la acuicultura extensiva permite que la población crezca por sí misma, utilizando las fuentes de alimento y las condiciones naturales (como la cría de ostras).
La acuicultura puede utilizarse para producir una variedad de especies que incluyen peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas para el consumo humano, o para producir especies ornamentales y otros productos como las perlas.
La acuicultura también puede funcionar con otras actividades agrícolas formando un sistema integrado de acuicultura-agricultura. Un ejemplo de sistema integrado de acuicultura-agricultura es la cría de peces en un campo de arroz, o un sistema acuapónico.
Si está interesado en iniciar un negocio de acuicultura, puede ponerse en contacto con el departamento gubernamental de su estado o territorio para obtener más información.