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Introducción

Los mucoceles se desarrollan en la cavidad oral como consecuencia de la acumulación de saliva, provocando la inflamación de la zona afectada. Estas entidades representan una de las lesiones más comunes de la mucosa oral, mientras que es probable que crezcan con menor frecuencia en otras partes del cuerpo humano, como la cavidad nasal y el seno maxilar (1).

Se subdividen principalmente en dos categorías: a. Tipo de extravasación de moco; la ruptura del conducto de las glándulas salivales como resultado de una lesión puede conducir a la filtración y concentración de saliva en los tejidos circundantes. De este modo, se forma una cavidad dentro de los tejidos blandos, no rodeada por el revestimiento epitelial de la pared, desarrollando un pseudoquiste, y b. Tipo de retención de moco; obstrucción del conducto salival que da lugar a un verdadero quiste cubierto por epitelio. Alrededor del 90% de estas lesiones se clasifican como quistes de mucosa de extravasación, mientras que sólo el 10% como quistes de retención de mucosa (2).

La incidencia de los mucoceles orales es difícil de estimar debido a que un gran porcentaje de estas lesiones no se remiten para su examen histopatológico.

Cabe destacar que los mucoceles pueden desarrollarse a cualquier edad. Sin embargo, entre los estudios, se reporta una mayor incidencia tanto en la 2ª como en la 3ª década de la vida sin predilección por el sexo. Es importante destacar que entre los 2 subtipos, el quiste de extravasación mucosa se presenta a edades más tempranas en comparación con los de retención (3).

Los quistes mucosos, independientemente de su etiología, aparecen como hinchazones blandas y asintomáticas con un color que va desde el azul intenso hasta el color de la mucosa normal. Un hallazgo común es la desaparición relativamente periódica y la reaparición de la lesión a medida que la cavidad quística se somete a la ruptura y a la reagregación de la saliva. A menudo, tras la ruptura, los mucoceles dejan ulceraciones superficiales dolorosas que se curan en pocos días (4).

La región más frecuente de desarrollo es el labio inferior, seguido del suelo de la boca, la lengua ventral y la mucosa bucal. Es de esperar que los mucoceles sean relativamente poco frecuentes en el labio superior, en comparación con el labio inferior, ya que este último se lesiona más fácilmente. En cuanto a la lengua, también se observan mucoceles en la superficie ventral anterior de la lengua, donde existen las glándulas salivales seromucosas de Blandin-Nuhn. Asimismo, en la proximidad de las amígdalas linguales se identifican las glándulas de Weber, exclusivamente mucosas. Por último, en la periferia de las papilas circunvaladas y en la base de las hendiduras entre las papilas foliadas se localizan las glándulas salivales serosas de von Ebner (5).

El diagnóstico diferencial de las hinchazones del dorso de la lengua incluye el tiroides ectópico lingual, el quiste del conducto tirogloso, los quistes dermoides/epidermoides, así como el tumor de células granulares, los linfangiomas y los hemangiomas. Sin embargo, utilizando la ecografía o la resonancia magnética como medios de diagnóstico, los linfangiomas, los hemangiomas y los quistes dermoides/epidermoides tienen un aspecto relativamente distinto, lo que permite diferenciarlos. Los quistes del conducto tirogloso se localizan en una zona relativamente posterior, normalmente en la base de la lengua, desde el agujero ciego hasta la glándula tiroides. La glándula tiroidea ectópica lingual es una rara anomalía del desarrollo causada por la falta de descenso de toda o parte de la glándula tiroidea embrionaria. Los exámenes diagnósticos de dicha lesión incluyen pruebas hormonales – TSH, T3 y T4 – así como ultrasonografía para evaluar su presencia anatómica en la parte inferior del cuello. Por último, en lo que respecta al tumor de células granulares, sus aspectos clínicos, especialmente la elasticidad a la palpación, son bastante útiles para discriminarlo de lesiones relativamente blandas como un mucocele.

A pesar de los numerosos informes sobre mucoceles originados en la superficie ventral de la lengua, sólo ha habido escasos informes sobre la formación de un quiste de este tipo en la superficie dorsal. Este artículo describe un quiste de extravasación mucosa desarrollado en la lengua dorsal de una mujer de 74 años. Además, se ofrece y discute una revisión de los mucoceles de la superficie dorsal de la lengua publicados anteriormente.

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