Los habitantes del hemisferio norte, prepárense. El equinoccio de otoño, que suele producirse el 22 o el 23 de septiembre, significa que el otoño ha llegado oficialmente. El equinoccio de otoño es uno de los dos únicos días -el otro es el equinoccio de primavera o vernal- en los que el Sol está directamente sobre el Ecuador, dividiendo ostensiblemente la noche y el día en porciones iguales. Todos los demás días del año, el hemisferio norte o el hemisferio sur están inclinados en la dirección del Sol porque el eje de la Tierra está inclinado 23,4 grados. Esto significa que un hemisferio recibe más luz solar que el otro.
El término equinoccio deriva del latín para «noche igual», lo que sugiere que el día y la noche tienen exactamente 12 horas cada uno, pero no es exactamente así. En realidad, el día será varios minutos más largo que la noche debido a las variaciones en la topografía, que cambian la altura del horizonte, y a la refracción atmosférica de los rayos solares, que crea la ilusión de que el Sol permanece sobre el horizonte más tiempo del que realmente lo hace.
Desde ahora hasta el solsticio de invierno, los días se acortarán y las noches se alargarán. Si vives en el hemisferio sur, por cierto, es el primer día de la primavera. Debe ser agradable. Mientras que algunos disfrutan de la bajada de las temperaturas del otoño y de las correspondientes oportunidades de vestir, otros temen la llegada del frío y de los soldados vestidos de vellón que despierta del letargo.