Así que cree que su hijo es un sociópata, ¿eh? Bueno, antes de salir volando, primero hay que entender lo que significa el término. Aunque un trastorno de la personalidad puede parecer un destino en la vida, no tiene por qué serlo. Gracias a las continuas investigaciones, la comunidad médica comprende mejor cómo afectan los problemas de salud mental a los individuos.

La discusión en torno a los comportamientos sociopáticos en los niños es controvertida. Por un lado, el niño puede mostrar los mismos rasgos que se encuentran en aquellos con trastorno de conducta. Si bien hay muchas cosas que intervienen en un diagnóstico oficial, aquí están las primeras señales de advertencia de que su hijo puede ser un sociópata.

Indiferencia a las consecuencias

La indiferencia a las consecuencias es un signo de sociopatía. | iStock.com/tatyana_tomsickova

Uno de los signos reveladores de la sociopatía, según Psychology Today, es la indiferencia ante las consecuencias que se avecinan. Al igual que los temerarios parecen carecer de la capacidad de comprender plenamente las posibles consecuencias de sus actos de riesgo, los sociópatas también lo hacen. Los niños suelen rebelarse hasta cierto punto, pero un niño cuyo comportamiento apunta a un trastorno de personalidad antisocial va mucho más allá de salir a escondidas después del toque de queda. Un sociópata realmente no registra las consecuencias como un efecto negativo, lo que podría llevarle a tomar malas decisiones con resultados potencialmente nefastos.

Mentir con frecuencia sin sentirse culpable

Mentir sin sentirse culpable es una señal definitiva. | iStock.com/dolgachov

No es la mentira en sí lo que puede hacer sospechar tempranamente de sociopatía; es el hecho de que un niño pueda hacerlo sin considerar las repercusiones. Según The New York Times, «también mienten con frecuencia, no sólo para evitar el castigo, como hacen todos los niños, sino por cualquier motivo, o por ninguno». En el artículo, el psicólogo Paul Frick utiliza un sencillo ejemplo para describir las diferencias de los niños a la hora de realizar un acto deshonesto. Dice que la mayoría de los niños pondrán cara de culpabilidad cuando les pillen robando una galleta del tarro de las galletas antes de la cena, porque saben que es algo que no deberían hacer y sus padres no estarán contentos con ellos. Sin embargo, los niños con tendencias sociopáticas no se arrepienten. A mayor escala, este tipo de mentiras sin ningún apego emocional pueden ser peligrosas.

Falta de empatía

Carecer de empatía es otro signo. | iStock.com

Los medios de comunicación hablan mucho de cómo nos insensibilizamos con el tiempo, pero no siempre es un proceso gradual. Resulta que esta falta de emoción puede darse también en los niños. Tal y como describe Newsweek, ciertos comportamientos sociopáticos se derivan de tendencias insensibles y carentes de emoción que pueden empezar muy jóvenes.

Un ejemplo extremo proviene de un caso de 1986 descrito por el Orlando Sentinel, cuando un niño llamado Jeffrey Bailey empujó a un niño pequeño a la piscina de un motel. Después de hacerlo, se limitó a subir a una silla y ver cómo el niño luchaba antes de hundirse en el fondo de la piscina. En lugar de sentir algún tipo de emoción o deseo de salvar al niño, Bailey estaba más interesado en observar el proceso de manera estoica. Cosas de miedo.

Altamente manipuladora

Los niños pequeños también pueden ser manipuladores. | iStock.com/EvgeniiAnd

El control sobre los demás puede ser peligroso, sobre todo cuando un niño es tan calculador que no te das cuenta de lo que está haciendo. El DSM-5 dice que emplearán el encanto, la seducción y la labia para hacerse más simpáticos de forma que puedan manipular a los demás. Algunos niños pueden ser más astutos que los adultos, pero los niños sociópatas transmiten su autoridad en un tono alarmantemente plano.

Estallidos graves de violencia o rabia

La violencia también es un signo. | Mario Tama/Getty Images

Si bien es cierto que existe un espectro, los casos más graves de sociopatía entre los niños suelen verse a través de actos de violencia, que suelen ser aterradores. En un artículo publicado en The New York Times, Jennifer Kahn describe la experiencia de una familia que crió a un niño que muchos considerarían sociópata. Michael, el mayor de tres hermanos, tenía ataques de ira a diario, sin haber sido provocado en lo más mínimo. Según los padres, una sugerencia tan sencilla como ponerse los zapatos hacía que Michael entrara en un ataque: gritaba, golpeaba objetos y corría por toda la casa durante horas. Su ira se volvía tan incontrolable que, a veces, golpeaba repetidamente el asiento del inodoro hasta destruirlo.

Este tema es difícil ya que todos los padres quieren pensar que los niños son perfectos. Haga lo que haga, no se limite a descartar los comportamientos alarmantes como una fase que su hijo superará inevitablemente. Si cree que su hijo puede tener algún tipo de trastorno de la personalidad, busque la ayuda de un experto.