Colocado el 07 de mayo de 2019 por Rose Ann Chiurazzi, MA, RDN, LD, CDE
Las cosas más dulces de la vida están presentes en la mayoría de las celebraciones… bodas, cumpleaños, ascensos en el trabajo, nuevo bebé, fiestas en la oficina… usted entiende la idea. Pero si usted es como muchos estadounidenses que intentan reducir su consumo de azúcares refinados por motivos de salud y/o para controlar el peso, puede pensar que optar por los sustitutos del azúcar podría ser una opción más saludable.
Cuando se trata del azúcar real (sacarosa) frente a los edulcorantes artificiales, como los que se encuentran en los refrescos dietéticos y en los alimentos «sin calorías», hay mucha desinformación en el marketing. Aunque a primera vista se puede pensar que una lata de refresco dietético es mejor que una lata del «verdadero», hay pruebas de que en realidad podría provocar un aumento de peso, en lugar de una pérdida de peso.
Una lata de refresco de 12 onzas endulzada con azúcar normal suele contener unas 150 calorías, la mayoría de las cuales proceden del azúcar. En teoría, si se elimina la fuente de las calorías se eliminan las calorías, ¿verdad? No es tan sencillo.
¿Qué es un edulcorante artificial?
Estos sustitutos son edulcorantes utilizados en lugar de la sacarosa. Los alimentos y bebidas que contienen edulcorantes artificiales suelen llevar etiquetas como «sin azúcar» o «sin calorías» y no contienen sacarosa.
Actualmente, hay cinco edulcorantes artificiales aprobados por la FDA: aspartamo, sacarina, sucralosa, acesulfamo de potasio y neotamo. La forma en que nuestro cuerpo y nuestro cerebro reaccionan ante niveles elevados de estos edulcorantes es muy compleja, incluida la capacidad de nuestro cerebro para racionalizar estas opciones «más saludables».
- Al optar por una alternativa «más saludable», los consumidores tienden a ingerir incluso más calorías de las que ingerirían si consumieran un refresco no dietético. Su cerebro puede racionalizar: ‘Voy a comer una hamburguesa con patatas fritas, ya que tengo una bebida dietética’
- Los edulcorantes artificiales son mucho más dulces que los azúcares naturales. Un consumo elevado de estas sustancias puede disminuir la sensibilidad de nuestras papilas gustativas a los niveles de azúcar y llevar a desear altos niveles de edulcorantes naturales y artificiales, añadiendo de nuevo más calorías de las que el consumidor se da cuenta.
Estos vínculos pueden llevar a un aumento de peso significativo en ciertos individuos, pero habrá que seguir investigando con más detalle.
¿Existen beneficios para la salud de los edulcorantes artificiales?
La teoría sigue siendo cierta: si se elimina una gran cantidad de calorías de la dieta, se puede perder peso. Si tiene un sobrepeso considerable, el cambio de una dieta con alto contenido de azúcar a una que haga uso de edulcorantes artificiales moderados puede suponer un impulso en la pérdida de peso inicial. La mayor preocupación con los edulcorantes artificiales es su elevado uso, a lo largo del tiempo.
¿Debo entonces optar por el azúcar?
La clave de las cosas más dulces de la vida está siempre en la moderación. Las cantidades elevadas de azúcar tampoco son buenas para el organismo, incluso pueden afectar a tu salud mental. Si le gusta lo dulce, está bien que se dé un capricho en pequeñas cantidades, pero intente sustituirlo por cosas naturalmente dulces, como el agua con infusión de frutas o utilice azúcares no refinados, como el agave y la miel cruda cuando cocine y endulce cosas.
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