No, oler pedos no puede curar el cáncer

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Ha habido una racha de historias que se propagan en Internet sobre un estudio que supuestamente concluyó que oler pedos podría disminuir el riesgo de cáncer, derrame cerebral, artritis, disfunción eréctil, demencia y varias otras dolencias. Aunque no hace falta decir que esta conclusión se sacó totalmente de contexto, aparentemente tenemos que ir más despacio y tomarlo desde el principio.

El sulfuro de hidrógeno es un gas asociado al desagradable olor de los huevos podridos o a las flatulencias humanas que puede ser mortal en grandes cantidades. Sin embargo, el cuerpo humano utiliza enzimas para crear pequeñas cantidades del gas también para la señalización celular. Un grupo de investigadores dirigido por Matthew Whiteman, de la Universidad de Exeter, ha creado una molécula llamada AP39 que lleva el sulfuro de hidrógeno a las mitocondrias de las células epiteliales para preservar su función y, posiblemente, ayudar a combatir enfermedades. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Medicinal Chemistry Communications, con un informe de seguimiento publicado en The Nitric Oxide Journal.

Para refrescar la biología celular básica, la mitocondria es un orgánulo que produce la mayor parte del ATP, que la célula utiliza para obtener energía. También tiene su propio genoma que se transmite exclusivamente a través de la madre. Si el ADN mitocondrial o el propio orgánulo se dañan, la célula ve disminuida su capacidad de control de la inflamación y pierde su principal fuente de energía, lo que podría provocar su muerte. Preservar la integridad de las mitocondrias podría evitar la propagación y la gravedad de la enfermedad.

«Cuando las células se estresan por la enfermedad, recurren a enzimas para generar cantidades mínimas de sulfuro de hidrógeno. Esto mantiene el funcionamiento de las mitocondrias y permite a las células vivir. Si esto no ocurre, las células mueren y pierden la capacidad de regular la supervivencia y controlar la inflamación», explicó Whiteman en un comunicado de prensa. «Hemos aprovechado este proceso natural fabricando un compuesto, llamado AP39, que suministra lentamente cantidades muy pequeñas de este gas específicamente a las mitocondrias. Nuestros resultados indican que si las células estresadas son tratadas con AP39, las mitocondrias quedan protegidas y las células permanecen vivas».

AP39 se ha aplicado a las células in vitro en diversas condiciones y, hasta ahora, las células han hecho un buen trabajo al disminuir la gravedad de los efectos negativos. Los investigadores están trabajando actualmente para llevar el AP39 a los ensayos clínicos en humanos, pero no se sabe cuándo será eso.

Es importante destacar que los investigadores encontraron que el compuesto aporta enzimas para producir sulfuro de hidrógeno dentro de las mitocondrias y no hay absolutamente ninguna indicación de que obtenerlo de una fuente externa, como de oler pedos, beneficie la función celular.

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Así que, a cualquiera que haya estado sometiendo a sus seres queridos a cantidades crecientes de flatulencias punzantes durante el fin de semana y diciéndoles que es bueno para ellos: les debe una disculpa infernal.

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