En este segundo caso, la persona recibió un trasplante de células madre con células que no expresaban el gen CCR5, que produce una proteína que ayuda al virus a entrar en las células.
Las células sin el gen CCR5 formaban parte de un trasplante de médula ósea, al que la persona se estaba sometiendo como tratamiento del linfoma de Hodgkin.
Después del trasplante, y a los 30 meses de que la persona dejara la terapia antirretroviral, los médicos confirmaron que la carga viral del VIH seguía siendo indetectable en las muestras de sangre.
Este hallazgo significa que, sean cuales sean los restos de material genético del virus que puedan quedar en el sistema, se trata de los llamados restos fósiles, lo que significa que no pueden dar lugar a una nueva replicación del virus.
Los especialistas confirmaron que el VIH también permanecía indetectable en muestras de líquido cefalorraquídeo, semen, tejido intestinal y tejido linfoide.
«Proponemos que estos resultados representan el segundo caso de la historia de un paciente que se cura del VIH», afirma el autor principal del estudio, el profesor Ravindra Kumar Gupta, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
«Nuestros resultados demuestran que el éxito del trasplante de células madre como cura del VIH, del que se informó por primera vez hace 9 años en el paciente de Berlín, puede repetirse»
– Prof. Ravindra Kumar Gupta
Sin embargo, el prof. Gupta subraya que «es importante tener en cuenta que este tratamiento curativo es de alto riesgo y sólo se utiliza como último recurso para los pacientes con VIH que también tienen neoplasias hematológicas que amenazan la vida»
«Por lo tanto, este no es un tratamiento que se ofrecería de forma generalizada a los pacientes con VIH que están en tratamiento antirretroviral con éxito», continúa advirtiendo el investigador.
Al comentar estos hallazgos, otros investigadores que participaron en el estudio expresan la esperanza de que, en el futuro, los científicos puedan utilizar herramientas de edición de genes de última generación como parte de las intervenciones destinadas a tratar y curar el VIH.
La Dra. Dimitra Peppa, que pertenece a la Universidad de Oxford en el U.Reino Unido y coautora del estudio, señala que «la edición de genes mediante el CCR5 ha recibido mucha atención recientemente».
Sin embargo, señala, aún queda mucho camino por recorrer antes de que estas terapias puedan ser viables.
«Todavía hay muchas barreras éticas y técnicas -por ejemplo, la edición de genes, la eficiencia y los datos de seguridad robustos- que hay que superar antes de que cualquier enfoque que utilice la edición de genes CCR5 pueda considerarse una estrategia de curación escalable para el VIH», afirma.